"Vivir con sentido"


“Cuando un niño se asoma a la vida, todo le parece extraordinario y maravilloso. No deja de sorprenderse por cada nueva cosa que ve o cada nueva sensación que experimenta. Luego crece y pierde su capacidad de asombro. Se amolda a la realidad de las cosas y a la rutina de la vida, y deja de hacerse las preguntas que más íntimamente le atañen. Es posible que a lo largo de su vida acumule gran cantidad de conocimientos y sea siempre un ignorante, porque la verdadera sabiduría no consiste en saber muchas cosas, sino en saber vivir; en saber vivir con sentido.”
Miguel Ángel Munárriz, Consideraciones en torno al sentido de la vida.

Queridos hijos…
Hay veces que cuando os miro a los ojos  veo con claridad el universo entero agolpándose en vuestra mirada. Espero que algún día sepáis de vuestra verdadera belleza. 

Con el paso del tiempo seréis, aparentemente, bastante parecidos a los demás respecto a actitudes sociales, esta percepción que tendréis de vosotros se deberá a que os enseñarán a “ser como se debe ser”... a “mantener las formas”, dicho de otro modo. Pero realmente no es así, sois únicos, no hay ni habrá nadie como vosotros, y respecto a las formas, si éstas generan cualquier tipo de injusticia no solo hay que cuestionarlas, es imperativo saltárselas.

Lo cierto es que también os enseñaran a diferenciaros, pero os harán crecer “en comparación con los otros”. Esto es cruel, porque en realidad terminarán teniendo más peso vuestras carencias que vuestras cualidades, y os exigirán mantener un “nivel”. Esto, con el tiempo, os condicionará más de lo deseable, pero tranquilos, nada,  nada está escrito sobre el futuro de vuestras vidas, y el pasado no os condicionará lo suficiente.

Casi todo el despliegue de medios de comunicación que formará parte irremediable de vuestras vidas  intentará inculcaros la importancia de “tener”, “aparentar”, “poseer”… Os dirán que ser felices depende de ello, pero es totalmente falso. Vivid con cierta austeridad y seréis más libres, para valorar lo que tenéis y no caer en la indiferencia ante aquellos más necesitados.

Aprended a amar y dejad que os amen. No tengáis miedo a sufrir por ello, es irremediable.

Espero que el día de mañana viváis con sentido. Un sentido que os trasciende y os habita al mismo tiempo. Pero de eso ya hablaremos en otro momento.